domingo, 14 de abril de 2013

Hoy acompañé a mi viejo por unos exámenes a la clínica. Mientras lo esperaba revisaba un par de libros, buscando las palabras o ideas para decir aquello que quiero decir. Como sea, en ese momento, y como suele ser en las salas de espera, en el televisor se mostraba un extenso resumen del reallity show mientras muchos de mis acompañantes en la espera posaban sus ojos en la pantalla.
Yo también lo hice, y por un momento me dejé pensar: "Me meteré a un reallity, expondré mi discurso (intentaran callarme echándome) y al mismo tiempo diré que soy homosexual y que siempre amé a Arturo Longton (me dejaran porque me puse interesante). En un ataque de ira (actuado, evidentemente) golpearé a aquel supuesto amor de mi vida (no me parece tan mala idea cachetiar a un tipo como Arturo Longton) y luego diré que me di cuenta que soy heterosexual, e intentaré acostarme con un par de modelos argentinas (en mutuo acuerdo para que todos salgamos en las Ultimas Noticias) para terminar diciendo que sólo somos amigos con ventaja y sea ese el titulo de algún programa de farándula que discutan acerca de si digo la verdad o digo mentiras..."
Bastante asustado por lo vertiginoso de mi pensamiento, me detuve y volví a mis libros. Pierre Rey me esperaba: "Durante su existencia, el ser humano no posee mas que una certidumbre: la de su muerte"
Decidí así, por lo menos por hoy, esperar tranquilo a mi viejo, deseando sencillamente que al final del día haya encontrado las palabras justas para decir aquello que quiero decir.