sábado, 9 de junio de 2012

... Observe sus pensamientos como usted observa el tráfico de la calle. Las gentes vienen y van; usted registra sin respuesta. Puede no ser fácil al comienzo, pero con alguna práctica usted encontrará que su mente puede funcionar en muchos niveles al mismo tiempo y usted puede ser consciente de todos ellos. Es solo cuando usted ha volcado el interés en algún nivel particular, cuando su atención se queda atrapada en él y usted se apaga en los otros niveles. Incluso entonces el trabajo en los niveles apagados continúa, fuera del campo de la consciencia. No luche con sus recuerdos y pensamientos; intente solo incluir en su campo de atención éstas otras cuestiones más importantes, como «¿quién soy yo?», «¿cómo aconteció que yo nací?», «¿de dónde viene este universo que me rodea?», «¿Qué es real y que es momentáneo?». Ningún recuerdo persistirá, si usted pierde el interés en él; es el lazo emocional el que perpetúa la esclavitud. Usted está siempre buscando el placer, evitando el sufrimiento, siempre tras de la felicidad y de la paz. ¿No ve usted que es su búsqueda misma de la felicidad la que le hace a usted sentirse miserable? Inténtelo al revés: indiferente al sufrimiento y al placer, ni pidiendo, ni rechazando, dé usted toda su atención al nivel en el que «yo soy» es atemporalmente presente. Pronto se dará usted cuenta de que la paz y la felicidad están en su naturaleza misma y que lo que perturba es solo buscarlas a través de algunos canales particulares. Evite la perturbación, eso es todo. No hay ninguna necesidad de buscar; usted no buscaría lo que usted ya tiene. Usted mismo es Dios, la Realidad Suprema. Para comenzar, confíe en mí, confíe en el Maestro. Esto le permite dar a usted el primer paso —y entonces su confianza se ve justificada por su propia experiencia. En toda marcha en la vida la confianza inicial es esencial; sin ella puede hacerse poco. Toda comprensión es un acto de fe. ¡Incluso su pan cotidiano usted lo come en base a la confianza! Recordando lo que le he dicho, usted logrará todo. Se lo digo otra vez: usted es la realidad omnipenetrante, omnitrascendente. Compórtese en consecuencia: piense, sienta y actúe en armonía con el todo, y la experiencia efectiva de lo que digo amanecerá en usted inmediatamente. No se necesita ningún esfuerzo. Tenga fe y actúe con ella. Se lo ruego, vea que yo no quiero nada de usted. Es en su propio interés que hablo. Debido a que por encima de todo usted se ama a usted mismo, usted se quiere a usted mismo seguro y feliz. No se avergüence de ello, no lo niegue. Es natural y bueno amarse a sí mismo. Solo que usted debe saber qué ama usted exactamente. No es el cuerpo lo que usted ama, es la vida —percibir, sentir, pensar, hacer, amar, esforzarse, crear. Lo que usted ama es esa Vida, la cual es usted, la cual es todo. Realícela en su totalidad, más allá de todas las divisiones y limitaciones, y todos sus deseos se fundirán en ella, pues lo más grande contiene a lo más pequeño. Encuéntrese por tanto a usted mismo, pues el al encontrar eso usted lo encuentra todo. Todo el mundo está contento de ser. Pero pocos conocen la plenitud de ello. Usted llega a conocer morando en su mente en «yo soy», «yo conozco», «yo amo» —con la voluntad de alcanzar el significado más profundo de estas palabras. - Sri Nisargadatta Maharaj -

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