Cuando el agua alcanza su tope de calor, los 100 grados Celsius, el agua se evapora, necesita transformarse en algo más sutil como lo es el vapor. Esto no ocurre por capricho, sino porque está en la constitución del agua que no puede estar a más de 100 grados.
Cuando el agua se enfría, sus partículas, en un proceso físico distinto al de la evaporación, se rigidizan a tal punto que se congelan y el agua queda dura, tanto así que un hielo en la cabeza podría romper el cráneo de alguien. Esta agua dura no puede fluir, ya que está estancada en sí misma. Y el caso anterior, del agua evaporada, tampoco fluye porque ya se encuentra en otro estado (podríamos decir que trascendió su cuerpo aunque se mantiene su escancia de H2O).
La relación es simple. Nuestro cuerpo es un 80% aproximado de agua. Si lo mantenemos al límite de las emociones (rabia, cólera, odio, tensiones en general) nuestro cuerpo aumenta su temperatura así como lo haría una tetera ( o lo que seria mas científico, aumenta la vibración entre nuestras partículas, aumenta la tensión). Si bien es poco probable que lleguemos a los 100 grados, estamos ya dando pie para que nuestras partículas tiendan a la trascendencia física. En el otro extremo, si tenemos a la inacción, podríamos decir que como el hielo nuestro cuerpo y mente se rigidizan quedándose en un estado estático.
El Buda nos enseño de manera simple que cuando una cuerda se estira mucho se corta, y si se afloja mucho no puede hacer música. Lo importante de todo esto es poder encontrarnos en el camino medio. Integrar ambos estados de manera consciente, para poder decir realmente que estamos en conexión con el fluir de la vida (lo que nuestros hermanos orientales llaman TAO). Simbólicamente, fluir con la vida es estar en estado líquido, y como ya he intentado decirles, para estar en estado líquido simplemente debo encontrar mi centro natural y poder mantener la ecuanimidad en todo momento.
Podríamos ir mas allá con la bella metáfora del agua y como, aunque cambie su forma, su esencia es la misma (lo que nos pasa cuando cambiamos el cuerpo, cuando cambiamos situaciones amorosas, etc.), sin embargo, por ahora está bien.
Es asi de simple.
Profundiza tu meditación. Encuentra tu verdad.
Bendiciones.
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