jueves, 22 de diciembre de 2011

La pseudosabiduria de Facebook

Cada mañana al abrir mi facebook, por lo menos 15 entradas que hablan de cómo debo ser, como debo comportarme, como debo dejar de pensar en el pasado, como…etc. Pareciera ser que este medio de comunicación nos ha dado las puertas a una sabiduría en potencia y a un conocimiento muy veloz.
Hoy vemos citas y citas de grandes autores y profundas reflexiones, ¿pero quien realmente se ha leído esos libros completos, o sabe quien lo escribió, en qué momento y a que publico se dirigía? Estamos alimentándonos de palabras y buenas intenciones (lo cual es el punto bueno de todo esto) pero pareciera ser que estamos cayendo en la pseudosabiduria propuesta por Nietzsche (en el libro de Zaratustra, que a todo esto me quedan 15 páginas para terminarlo), donde el hombre cree saber la verdad y da enseñanzas ligeras que nada tienen que ver con un real saber ni mucho menos con una experiencia personal. Hoy en día se comparten cosas que con suerte pasaron por nuestras manos.

Cada vez mas, incluso en las reuniones sociales, es interesante el intercambio de citas tomadas quizás de aplicación de facebook, tratando de dar forma a lo que los interlocutores tratan de decir, como si esos autores celebres estuvieran interesados en apoyar sus ideas.
Creen que saben y realmente no saben, y ese es el punto. Han pasado meses desde que este movimiento se puede observar en facebook, pero quizás ya es momento de ponernos también mas reflexivos de aquello que creemos decir y desde donde alguien lo está diciendo. Nos estamos poniendo todos pseudo médicos, pseudo sabios, pseudos psicólogos, etc, sin tener una experiencia de aquello que decimos y mucho menos cuestionarnos de donde viene aquello que se dice.
¿Alguien sabe cuántos años medito Krishnamurti para decir lo que ha dicho?¿O que fue lo que Buda le dijo a Mahakashyapa cuando hablo del budismo y todo aquello que no se podía decir?¿Alguien ha experimentado el TAO? (estas preguntas las hago al mirar las publicaciones de este momento en mi muro)

Como una generación donde las cosas van cada vez más rápido, creemos que la sabiduría también avanza de ese modo, y que por leer un par de cosas de internet somos personas más capaces y abiertas de consciencia. No dudo que si a algunos en algún punto, una buena frase, nos hizo tomar consciencia de algo, sin embargo, más que una crítica a una situación en particular, hago un llamado a volver a las fuentes, a preguntarnos por la validez de la pregunta que se responde con las frases con las que llenamos nuestro vacio, a expresarnos desde la autenticidad, desde la sabiduría que hemos adquirido en la experiencia y no desde el conocimiento poético que hoy, por estar en esta sociedad donde todo es un producto, estamos adoptando en nuestros discursos. Incluso la “sabiduría” (pseudosabiduría) , nos va llenando de buenos pensamientos que quizás algo remueven, pero que nos pueden alejar de la experiencia de aquello que decimos. (Para lo cual internet estaría cumpliendo la tarea de alejar a las personas de sí mismas, haciéndolas creer que son mas sabias y manteniéndolas ligadas al sistema y el adormecimiento)

Reitero, esto no es una crítica a la situación en si (no podría criticar yo si se que muchas veces lo he hecho), sino es una reflexión que espero nos invite ir mas allá de la frase bonita o con sentido y que nos conecte con una experiencia que nos lleve a la Sabiduría y no a pseudosabidurias cibernéticas.

Verborrea

Pocas veces entiendo algo. La verdad es que me doy cuenta que es increíble como tantas veces puedo escapar sintiendo que entiendo algo y en verdad jamás he aprendido nada. Y quizás no hay nada que aprender, quizás a la vida no venimos a aprender realmente nada, sino a desaprender. Desaprender qué, desaprender miedos, falsas formas de vivir, de amar, de crear. Desaprender que somos aquello que creemos ser.

¿Cómo podríamos aprender algo realmente si ya todo está?....pero claro, ya dudo quien me dijo que ya todo “está”. Quizás hay realmente nada. Siento a ratos que todo esto es una puta ilusión y no hay más. Vivir, ir de aquí para allá, respirar, amar...y eso es todo. Lo demás es una farsa. Todo aquello que de niños nos dijeron debíamos aprender en la vida para ser alguien, es una mentira, que pocos saben que lo es, pero es todo tan falso. Simplemente venimos a desaprender patrones, a sacarnos armaduras que con el correr de los años hemos ido poniéndonos para protegernos. Protegernos de quién, de qué. De sentirnos humanos, de sentir, de experimentar, de vivir visceralmente. Cada emoción a la que ponemos nombre la asesinamos cuando decimos que es tal o cual cosa. Emociones que vienen y te cortan la respiración, emociones que te aprietan el estomago y emociones que no te dejan hablar o que hacen fluir alguna lagrima de los ojos. ¿Qué es eso? ¿Son solo cortocircuitos neuronales que despiertan un sistema nervioso?.
La verdad es que poco importa. Con cada respuesta nos alejamos cada vez más del silencio, lo único que parece estable. Detrás de tantos movimientos, de tantos ruidos, de tantas palabras y gritos, el silencio. Así como la obscuridad, que jamás se va, que es la base desde donde surge o se proyecta todo. Aquello que tanto miedo nos da es la base de las cosas. No es Dios “la luz”, es Dios “la oscuridad”. No es el Sol, es un agujero negro. Y no es difícil experimentarlo, tan solo dejar que el sol se vaya, tan solo apagar la luz, tan solo dejar de hacer movimiento o hablar, y solo queda el silencio y la obscuridad.
Cada palabra es un puente hacia un lugar desconocido, infinito hacia el futuro, que nos aleja de este vacío desde donde el cual realmente no hay nada. Incluso tenemos que entenderlo atreves de negaciones: no luz, no espacio, no tiempo, no yo.

Da igual. Volvemos alejarnos en teorías e ilusiones. Volvemos una y otra vez a mirar la paja en el ojo ajeno sin darnos cuenta de la viga que tenemos en el nuestro. Corro, de cada lugar para no estar conmigo mismo, y cuando me encuentro, solo veo que no hay nada. Mentira es decir que esa nada es dicha, que es amor ¿quién nos enseño eso?, y si aun así es aquello que nos enseñaron, ¿como sabemos que no construimos aquello que creemos vivir?. Nos llenamos de palabras, conceptos e ideas para alejarnos del precipicio. Nos aterra mirar hacia abajo y ver la obscuridad, y preferimos escapar…pero siempre esta y no siento que haya escapatoria alguna mas que ponernos cada vez más inconscientes de lo que somos. Aunque si pudiera volver atrás, no lo haría. Prefiero una terrible (o maravillosa, depende del observador) verdad que mil hermosas mentiras.

Solo puedo volver sobre mí una y otra vez, poniendo palabras a un vacio infinito que nadie quiere ver. Llenar por un momento esta angustia con palabras, sentirme satisfecho como quien acaba de tener un orgasmo, pero que después sabe volverá el deseo que jamás se satisface. Somos una estructura de ilusiones, cada loco con su tema.

Hoy siento que la vida avanza, que todo avanza, pero que nuestra misión es volver sobre nuestros pasos, aprovechar nuestra capacidad de regresar al inicio, darnos cuenta que el tiempo no es lineal y que podemos subir y bajar dentro de esta nada, hasta llegar y estar donde encontramos la semilla que fuimos, el segundo mismo antes del big-bang…y quizás recordar que soy todo, que soy nada, que simplemente Soy y No Soy.

(…)

La voz del Tarot xv


Hay dos términos que se nos pueden dar en la vida. Uno, es un término donde las cosas acaban, en el plano físico, y no es mucho lo que sacamos al limpio más que decir :“las cosas comienzan, las cosas terminan, o todo lo que sube tiene que bajar, etc.” Sin embargo hay otros finales donde luego de caminar los senderos de la vida, nuestro nivel de consciencia, nuestra capacidad de percatarnos de las “verdades” o las “bellezas” de la vida, aumentan, haciéndonos personas que quizás no tengamos más conocimiento pero si mas sabiduría, luego de haber experimentado en carne propia una experiencia que nos permite sentirnos más grandes y maduros.


En este camino de aprendizaje, el Tarot nos dice que muchas veces, antes de llegar a estos momentos de pseu
doepifanías, nos encontramos en situaciones que corresponden a crisis donde realmente avanzamos de espalda, no sabiendo hacia dónde vamos y tratando de encontrar respuestas en nuestras experiencias pasadas. Pero en la medida en que logramos superar nuestros temores a la incertidumbre del futuro, logramos alcanzar un cierre de ciclo. Nadie nos dice que esto es bueno o malo, el Tarot no juzga, pero si sabemos que en el proceso de evolución de cualquier cosa que miremos a nuestro alrededor, es necesario llegar a un Final para dar comienzo a un Principio.
Hasta aquí, todo perfe
cto. Sin embargo es probable que por miedo a perder nuestro piso, por miedo a cambiar lo cierto por lo incierto, volvamos a etapas anteriores de consciencia donde nos apoyamos, como niños, de nuestro ambiente. Regresamos a escuchar lo que dirán nuestros padres, amigos, compañeros, de nuestra vida, para preferiblemente no hacernos cargo de nuestra responsabilidad y desarrollo. Es generalmente lo que nos pasa, que preferimos escuchar a otros y no valernos de nosotros mismos, lo que muchas veces nos aleja de nuestra sabiduría organismica y no nos permite madurar.

Es menester hacernos adultos. Vivimos en una sociedad llena de niños que buscan la aprobación de sus padres por miedo a hacerse adultos. El madurar es una responsabilidad, tanto con uno mismo como con los otros. Es tomar las riendas de nuestra vida y dominar los caballos de las pasiones mediante el manejo de nuestra voluntad. Es hacernos dueños de nuestro carro y realizar actos en el mundo que vayan acorde a la evolución de todos. El mundo está en un constante crecimiento y es también nuestra responsabilidad ser protagonistas de este, pero desde nuestras vidas, para poder ser nosotros ejemplos de realización.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El arte de...

El arte es por definición (según la tercera definición de la Rae) un conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo. Y es este algo es lo que me interesa, ya que nos deja en un vasto horizonte de posibilidades por realizar.

En nuestro mundo occidental, el arte es visto como la manifestación de la emoción (si es que no es la locura) de algún “artista”, que probablemente estará en una pared, sobre un cubículo o un escenario, por lo que nuestro concepto de arte es lejano, puesto mas allá de lo que cualquier ciudadano de clase media podría hacer tranquilo, sin tener que “perder” su tiempo usando su creatividad.

Para mí( y es lo que trato de expresar en estas líneas) la vida es Arte. Si partimos de la definición de la Rae, la vida en sí misma es un conjunto de preceptos y reglas que han hecho algo bien, y ese algo es la vida misma. Como seres humanos, solemos juzgar qué está bien y qué está mal, sin embargo, si nos movemos a una escala universal, toda la vida esta creada bien, perfecta en sí misma. No hay bien y mal (y ahí caería mi reflexión en una limitante por el lenguaje) en el universo, ya que sucede lo que tiene que suceder en el momento determinado (que digámoslo, suele ser este presente). Entonces, si la vida es un arte, debemos aprender el arte de la vida, y vivirla desde la belleza, la creación, la delicadeza. Todo aquello que hace del arte, Arte.

Entonces, si la vida es Arte, y todo lo que compone la vida, esta bueno que nos pongamos a ser artistas. Ser buenos en el Arte de amar, de vivir, de morir, de tener sexo, de comer, de escribir, de hablar, de callar, de mirar, de oír, de pensar, de Ser…y para que el artista sea bueno debe estar completamente comprometido con su obra, amarla, respetarla y darle tiempo, disciplinarse a sí mismo, estudiar para ser cada vez mejor, evolucionar en su arte y estar muy consciente de sí mismo, para no actuar fuera de este concepto de arte.

El ser humano, hasta el día de hoy, es solo un ser de habilidades (escasos han salido de este límite). Podemos hacer morir a una persona sin dolor o sin que se dé cuenta, pero dudo que eso sea una manifestación artista. Podemos contar con dinero, pareja, amigos, pero dudo que si no hay un actuar consciente, podamos hacer de eso un arte. Somos alienados a otro y hacemos sin estar presente, lo que hace que nos volvamos mecánicos en las respuestas al medio, por lo que volvernos artistas es también hacernos responsables de nuestro vivir en todas las dimensiones del quehacer cotidiano.

Que la vida sea Arte.

Una carta me enseño (VI) :

Enamorarnos, es hacernos jóvenes. Dejar de mirar la figura de nuestros padres y lanzarnos sin paracaídas al mundo, a lo “real”, a quelpo que para mí-quien escribe-es la vivencia de la experimentación de lo que creemos nos constituye y es constituyente, desde otra talaya.
Que dudas mas tremendas nos aquejan, tanto externas como internas, tanto de nuestros pares como de aquellas figuras que internalizadas que nos dicen que es mejor volver, estar seguro donde se está.
Pero llega un momento donde el niño debe decir: “estoy listo, debo ir con mi amada”, y dejar el seno materno por el redescubrimiento del mundo. ¿Quién nos dice que es el mejor camino?¿quién nos dice que no saldrás herido?¿Quien nos asegura siquiera un momento de certeza?. Ya al tener que elegir, al vivir, sufrimos una escisión, un quiebre interno. Cada vez que elegimos relacionarnos con un Tu, otro Tu debe quedar en ausencia, al menos que eligiera relacionarme con Vosotros, aun así, nunca experimentaría lo que es estar contigo, con el Tu. Por eso nos es difícil amar, pero es esta la experiencia que nos lleva a un crecer interno necesario para el desarrollo de nuestro Ser y nuestra evolución.
Aquella carta me enseña que Amar es ser joven, cambiante, enamorado, gustoso de la belleza y de las ilusiones que el momento nos ofrezca, sin ofrecer mucha resistencia. Es ser alegre y respetuoso con aquellos que dejamos para compartir con la amada o amado. Es pararse con los pies bien puestos en la tierra, sin olvidar que hay algo que ama atreves de ti, y que todo lo que hagas en realidad está haciéndose a través de ti, a través de ustedes, a través de nosotros.

Sin embargo, lo que todas las cartas me recuerdan es: “vive lo que tengas que vivir, lo que elijas vivir. Vive tu soledad, vive el estallido creativo, vive la pasión sexual, vive la ilusión, vive el Amor, pero vive consciente, presente, aquí y ahora, experimentando con total atención aquello que vives, sin perderte un segundo en detalles que no corresponden a la vivencia de tu ser en totalidad”.

Y a eso nos invito…