Somos seres profundamente sensibles a nuestro medio, pero también profundamente ignorantes de cómo somos afectados por el. Pensamos que porque no lo pensamos no nos afecta, sin darnos cuenta de la inteligencia innata de nuestro cuerpo que va mas allá de lo que denominamos el Yo Consiente. El principio y el final del camino hacia la sanación y la liberación de los sufrimientos esta en lo profundo de nuestro Ser, esperando a ser encontrado.
Estudiamos al Ser Humano creyendo que en cifras y conceptos lo conoceremos, y con suerte somos capaces de saber realmente cuando nosotros mismos estamos felices, nostálgicos, estresados, etc.
Pensamos que un cartón nos da la llave de poder llevar a otros a su sanación, sin darnos cuenta que somos ciegos llevando a otros ciegos.
Podría concluir que la profunda realización no se encuentra en el conocimiento de conceptos, ni en la creencia de lo bueno y lo malo o en el supuesto mapeo de lo que consideramos la psique, sino solo en el descubrimiento y encuentro con aquel espacio donde el Yo es entregado en sacrificio para la salvación de mi mismo.