"estamos a minutos del aterrizaje"...dijo el piloto interrumpiendo la lista aleatoria de jazz que venía escuchando en el vuelo. En eso, mientras miraba la cordillera y las nubes, percibiendo que íbamos bajando de altitud, y sintiéndome casi ya en casa, se pone a sonar What a Wonderful World de Louis Armstrong ...y si... así fue.
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