lunes, 18 de febrero de 2013

Siento la necesidad, don Otro, de decirle algo. No se bien, pero la cosa es que, parece, quiero que me lea. Quizás esto sea suficiente para calmar mi angustia de ser visto. 

Podría darle un consejo, don Otro, para que viva mejor su vida. O podría recomendarle música, libros, etc, etc, don Otro, pero no estoy seguro. Se me ocurre contarle alguna anécdota de mi día, don Otro, alguna interesante o alguna de esas que a nadie le importan (pero que quiero que a usted le importen, don Otro)

Por ahora me basta con esto, don Otro. Se que no le dije nada porque en verdad nada le puedo decir, pero se que esto era lo que quería, que simplemente me viera, aunque finalmente no tengo idea lo que usted quiera, don Otro.

No hay comentarios: