domingo, 26 de agosto de 2012

Nuestra cultura nos empuja a abrazar cada vez mas derechos y libertades, derechos para con nuestros pares, parejas, familia, estado, de genero, etc., sin embargo no educa en que los derechos implican mas responsabilidades, siendo ambas caras de una misma moneda.

La trascendencia o evolución no dependen exclusivamente de una percepción interna de libertad, sino de mayor cons
ciencia de que no solo hay un Ser sino que se es un "Inter-Ser", lo que conlleva una evolución en los diferentes aspectos que constituyen y que constituye un ser humano (interno, externo, social, cultural). Toda evolución centrada en solo uno de estos aspectos no genera mas que limitación o una falsa creencia de evolución y trascendencia (seria como pensar que solo por tener las piernas mas largas seré un buen corredor, dejando de lado mi capacidad cardiovascular, disciplina e incluso procesos de atención, entre otros).

Imposible o utópico es querer ser una totalidad sin ser al mismo tiempo una parte, y por lo tanto se vuelve "razonable" asumir que es necesario corresponder a las exigencias del medio en el cual me muevo, por lo que corresponde emprender una integración de mis aspectos (corazon, mente, cuerpo, relación con un otro) antes que una involución o retroceso, creyendo inocentemente que el tiempo pasado fue mejor o mas simple.

Conciencia de derechos, responsabilidades, integración de las partes en pos de una trascendencia total, en un primer momento podrían ser un camino menos fantasioso hacia la evolución y el crecimiento, tanto personal, como cultural, social y espiritual.

Estas palabras no son mías, aunque tampoco no lo son, sino que han sido influenciadas (por estos días) por pensadores como Zizek, Wilber y Thich Nhat Hanh. (no es por dármelas de que leo, sino por que si alguien está interesado puede profundizar o buscar estas ideas en esos autores, que mas que dar respuestas empujan a que usemos la cabeza y reflexionemos acerca de los tiempos en los que vivimos.)

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