viernes, 15 de julio de 2011

Conflicto por el mar Chile-Bolivia, una ilusión más de la mente.

“Aquello que de mi recuerdas

no son mas que palabras muertas

Cuando hablo del silencio

ya deje de estar callado.”

No es necesario hacer una extensa contextualización de la situación en las relaciones Chile-Bolivia referente al tema de una salida del mar. Hoy por hoy, si bien han aumentado las tensiones por otros factores políticos, quiero hacer una reflexión exclusivamente a los temas territoriales analizando dos principales argumentos a saber: Por un lado, que se deben respetar los tratados realizados hace cien años, y por otro, que Chile ganó la soberanía del territorio en cuestión de manera “legitima” (si es que seguimos considerando la violencia como una forma legítima de conseguir cosas).

El primer argumento hace relación con los tratados que Chile ha expuesto ante el tribunal internacional para decir que la petición de Bolivia de salida al mar no tiene sentido. Me pregunto ¿No estamos siendo tan abiertos de mente los chilenos, que pedimos reforma constitucional (poder cambiar tratados de hace años atrás) que no podemos ver la posibilidad de generar nuevos tratados con Bolivia? Por otra parte, ¿es tal la ceguera del ser humano que no entiende (o no quiere entender) que no hay nada realmente estable en la realidad en que vivimos? A lo que apunto principalmente con estas preguntas es a darnos cuenta que este argumento se invalida por sí solo, ya que la ciencia ha demostrado que nosotros, los seres humanos cambiamos a cada segundo gracias a la regeneración celular; vemos que el aire cambia, las mareas cambian, las estaciones cambian, todo muta, todo cambia, porque la vida es cambiante, y lo que no cambia esta muerto (y observen las cosas materiales, no tienen vida, son estables).

Si tu cuerpo, como dice la ciencia, cada siete años ha cambiado completamente, significa que tu cada siete años eres un ser completamente nuevo, y lo único que te hace “sentir” que existe una linealidad es la mente, por lo tanto, tu conexión con el pasado y lo sucedido es una ilusión que la mente crea para sentirse segura y estable. Lo sé, las ideas que aquí planteo parecen ser radicales, pero son tan simples que no las podemos ver y por eso vamos en contra de una corriente natural.

Si todo, realmente todo cambia (y cambia incluso aquello que creemos no cambia) ¿Por qué debemos seguir manteniendo una postura que fue tomada hace mas de cien años? Es más, cuando los “héroes de la patria” dejaron de existir, con ellos todo murió, puesto que solo queda un legado que no es más que un mito, ya que ni la historia y los historiadores pueden hablar de la verdad (y para esto refiéranse a la crisis de la objetividad de las ciencias sociales). Además, ¿por qué seguir con una postura que está ligada a una creencia tan errona como el pensar que podemos ser dueños de las cosas?

En general, a lo largo de la historia del ser humano, el hombre ha sentido que puede poseer las cosas, los objetos. Esto, principalmente como una forma de empoderarse de los objetos que utilizaba. En este sentido la lógica no es complicada: “siento que es mío aquello que utilizo”. En este sentido el ser humano ha ido poseyendo aquello que le ha servido, llámese tierras, espacios, objetos, familas, personas, etc. lo que ha traído como consecuencia básica la violencia (expresada en guerras, asesinatos, robos, celos, etc, etc, etc.)

Hasta aquí nada parece extraño, pero ¿Cómo el ser humano, en su tremendo egocentrismo, ha podido creer que puede poseer algo realmente? ¿qué puede hacer de un objeto externo parte de sí mismo? Para no alargarme aquí, cuando los indígenas latinoamericanos colonizaron sus respectivas zonas, simplemente utilizaron algo que estaba de antemano, por ende, no podrían decir que las hicieron suyas, sino simplemente: Utilizaron. No es necesario hacer un recorrido por la historia para darnos cuenta que los seres humanos simplemente hemos utilizado cosas, pero nunca tenido. Y ustedes se preguntaran ahora: ¡Pero cómo! ¿Qué es entonces lo que tengo ahora?¿Como no voy a tener mi casa, mi familia, mi mama, papa, etc?. Pues no, no los tienes, porque si fueran realmente tuyos podrías disponer de su permanencia a tu lado, sea lo que sea, sin embargo en todo momento estas expuesto a perder todo, incluso lo que consideras tu vida. Por lo tanto los humanos simplemente utilizamos las cosas, pero nuestro ego, segundo a segundo, nos hace creer que poseemos y que debemos poseer las cosas o las personas para poder ser realmente felices, cuando en realidad somos tan vulnerables (y todo nos lo demuestra en todo momento, partiendo por un terremoto, hasta por la muerte sorpresiva de algún ser querido) que nada es nuestro, sino que simplemente lo utilizamos en un momento y por un momento dado, sea esto unos segundos como ochenta años.

Entonces, teniendo en cuenta lo anterior, me es realmente estúpido (y lo digo consciente del peso de la palabra) sentir que somos dueños de un territorio. No podemos ser dueños del territorio chileno si el lugar geográfico donde se emplaza Chile ha estado desde antes que nos asentáramos aquí y probablemente estará mucho después, por lo que no puede ser de alguien en particular.

Por todo lo anterior, me parece que el ego del ser humano nos ha llevado tantas veces a enfrentarnos a muerte y destrucción que me parece que no es el camino que debemos seguir. Comprender y relacionarnos con nuestra esencia, aquella esencia que es más sabia que nuestro ego, nos podría ahorra cuánto dolor de cabeza y sufrimiento (y este tema puede ser extrapolado a todo lo que imaginen en los ámbitos del ser humano). Es por esto que lo que planteo, lo que a través de mi se expresa, busca romper las barreras del ego para trascender aquello que creíamos y darnos cuenta de aquello que en verdad es, y poder dejar pronto de vivir y sufrir en la ilusión de la mente.

…entonces… ¿Qué soy de lo que apoya la salida al mar de Bolivia?...apoyo que dejemos de estar viviendo inconscientes en la Ilusión.





Namaste.

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