No prestes atención a palabras, discursos, o métodos bonitos.
Lo eterno no tiene presente, pasado ni futuro.
La dicha no se encuentra con esfuerzo y voluntad, sino con tranquilidad y abandono.
No te inquietes, no hay nada que hacer…
Lo que emerge en la mente no tiene ninguna realidad.
No te apegues a ello.
No te juzgues.
Deja que el juego se juegue solo: elevarse y caer.
Sin cambiar nada, todo se desvanece y comienza de nuevo sin cesar.
La búsqueda de la dicha es lo que nos impide verlo.
Es como un arcoíris que se persigue y nunca se atrapa: porque no existe, porque siempre ha estado ahí y te acompaña en cada instante.
No creas en la realidad de las experiencias buenas o malas: son como el arcoíris. Y uno se agota en vano queriendo asir lo inasible.
Pero en cuando sueltes la presa, allí está el espacio: abierto, hospitalario, confortable. Por tanto, aprovéchate…Desde ya, todo es tuyo.
No busques mas…no quieras buscar en la jungla inextricable el elefante que ya esta tranquilamente en casa.
No hacer nada.
No forzar nada
No querer nada.
Y todo se hace solo.
Gatha de SengT`san, Tercer Patriarca Zen
No hay comentarios:
Publicar un comentario